Permanezcamos conectados al corazón de Dios

Permanezcamos conectados al corazón de Dios

Como el joven adulto que soy, estoy acostumbrado a utilizar el internet para buscar información de manera rápida. Saco provecho de la era de la información, ya sea que me estoy actualizando sobre las vacaciones de mis amigos a través de sus páginas en las redes sociales, viendo el puntaje del gran evento deportivo de anoche, o buscando la sala de cine más cercana para ver el más reciente éxito de taquilla.

A este tiempo en que vivimos se le refiere como la era de la información. En este tiempo, la información ha llegado a ser un producto que se difunde de manera rápida, amplia y es de fácil acceso, especialmente con el uso de la tecnología computarizada. En esta era, tenemos fácil acceso a múltiples recursos en cuanto a conocimientos, ideas y opiniones. Por muy agradable y conveniente que sea, estar conectado a esta cantidad masiva de información, el recibir tanta cantidad de ella, plantea un problema conocido como «sobrecarga de información»; es decir, tener más información que la que jamás pudiéramos procesar.

Para evitar la sobrecarga de información, tenemos que ser selectivos con la información que permitimos en nuestras mentes. La información más importante de la cual somos responsables cada día es la que proviene del Omnisciente y Todopoderoso Dios verdadero. A medida que pasamos tiempo con Dios leyendo y estudiando Su Palabra, desarrollamos y mantenemos una conexión con Su corazón. A medida que desarrollamos y mantenemos esta conexión con nuestro Padre celestial, somos capaces de filtrar la información que no queremos que more en nuestras mentes durante nuestras rutinas diarias. Permanecer conectados al corazón de Dios nos permite acceso a la sabiduría de Dios, la cual está en contraste directo a la sabiduría de este mundo.

Leer la Palabra de Dios es una manera primordial de permanecer conectados a Su corazón. Su Palabra nos muestra la diferencia entre Su sabiduría y la sabiduría que el mundo nos ofrece.

Santiago 3:15-17:
porque esta sabiduría no es la que desciende de lo alto, sino terrenal, animal, diabólica.
Porque donde hay celos y contención, allí hay perturbación y toda obra perversa.
Pero la sabiduría que es de lo alto es primeramente pura, después pacífica, amable, benigna, llena de misericordia y de buenos frutos, sin incertidumbre ni hipocresía.

Estos versículos muestran claramente el provecho y propósito de distinguir entre la sabiduría de Dios y la sabiduría terrenal. Si la «sabiduría» que recibimos de los periódicos, televisión, radio, redes sociales, canales de noticias en la red, blogs y otras fuentes de información engendran contienda o nos causan confusión, necesitamos filtrarla de nuestros patrones de pensamiento. En contraste, ¡buscamos fuentes de información que sean pacíficas, amables y llenas de misericordia! Estos son recursos como la Biblia, los artículos de la revista en inglés The Way Magazine, clases Bíblicas u otros materiales reconocidos como lo son los libros de los Estudios sobre la vida abundante, la serie de folletos en inglés Give and Share [Dar y recibir] y toda una variedad de contenido Bíblico al que podemos tener acceso por medio del sitio Web www.theway.org.

Cuando aprovechamos estos recursos positivos, logramos dos cosas. El primer logro es que desarrollamos y mantenemos una fuerte conexión al corazón de nuestro Padre celestial, a medida que pasamos tiempo de calidad en Su Palabra. Así como pasar tiempo con un compañero de trabajo o de clase o con un vecino nos permite conocerlos mejor, lo mismo sucede con el Dios Todopoderoso. Mientras más tiempo pasamos en la Palabra de Dios, mejor llegamos a conocerlo a Él y lo que Él es capaz de hacer.

El otro logro de cuando nos aprovechamos de recursos Bíblicos positivos, es que obtenemos una mayor perspectiva de la Palabra de Dios. Mientras más Palabra de Dios sabemos, ¡más promesas podemos reclamar! Mientras más Palabra sabemos, más confianza tendremos en Dios como nuestro Padre y en Su Palabra.

Salmos 12:6:
Las palabras de Jehová son palabras limpias,
Como plata refinada en horno de tierra,
Purificada siete veces.

La Palabra de Dios es pura. Es libre de prejuicio. Es libre de opiniones. La Palabra de Dios ha pasado la prueba del tiempo y permanecerá siendo el estándar por el cual los creyentes deberán vivir sus vidas.

Tener y mantener una conexión al corazón de Dios nos permite acceso a Su sabiduría, la cual difiere grandemente de la sabiduría que el mundo promueve. Al permanecer conectados al corazón de Dios, estamos mejor equipados para filtrar la información que no queremos en nuestras vidas. Mientras más de la Palabra conocemos y ponemos a diario en nuestro modo de pensar, mayor será la apreciación que tendremos por la belleza de Su Palabra. Así que, para evitar la sobrecarga de información, tenemos que tomar medidas anticipadas para proteger nuestro tiempo con Dios. Antes de revisar las últimas actualizaciones de los medios, los titulares noticieros, o los temas que están de moda, ¡decidamos cada día ir primero a Dios, permitiendo que Su Palabra sea el estándar de la verdad!

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